La compañía japonesa de componentes de ciclismo Shimano cerró 2022 con una facturación de 628.909 millones de yenes (4.420 millones de euros), lo que supone un incremento de sus ventas del 15,1% respecto al año 2021, mientras que el beneficio neto de la empresa se vio impulsado un 11%, hasta los 128.436 millones de yenes (902,8 millones de euros).
Shimano continúa creciendo al ritmo que lo hace la industria de la bicicleta, lo que significa que el auge experimentado en 2022 es bastante menos significativo que el de 2021. Y es que, el año pasado, el grupo nipón registró un alza del 44,6% en su facturación y elevó su beneficio un 83%, alcanzando los 116.132 millones de yenes (816,3 millones de euros).
La principal línea de ingresos de Shimano continúa siendo la venta de componentes de ciclismo, que facturó 517.436 millones de yenes (3.637,2 millones de euros), un 16,6% más que en el año 2021, mientras que las ventas de pesca aumentaron un 8,4% interanual, situándose en los 110.993 millones de yenes (780,20 millones de euros).
Por mercados, Europa continúa siendo el principal foco del negocio de la compañía japonesa, donde logró incrementar sus ventas un 32%, hasta los 299.934 millones de yenes (2.108 millones de euros). Además, Shimano ingresó 191.479 millones de yenes (1.346 millones de euros) procedentes del mercado asiático y 57.643 millones de yenes (405,2 millones de euros) de América del Norte.
Caída del 20,5% de cara a 2023
De cara al año 2023, la compañía japonesa de componentes de ciclismo prevé una caída de sus ingresos del 20,5%, hasta 500.000 millones de yenes (3.514 millones de euros), y una bajada de sus beneficios del 27,9%, hasta los 105.000 millones de yenes (738,08 millones de euros).
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