Artículo publicado en el número 81 de Tradebike.
Opinión: "Una herramienta necesaria"
La presencia o visita a ferias hace ya tiempo que es un tema a debate. Hace años, cuando empecé a exponer, asistir o visitar ferias por todo el mundo… en esos tiempos como director comercial de diferentes empresas y en diversos sectores, estas eran realmente un evento de venta, marketing e información, pero sobre todo de venta.
Eventos donde concentrabas tus fuerzas de ventas y durante unos días aprovechabas para citar y ver a muchos de tus clientes y distribuidores del país o del mundo, a nivel internacional, para presentarles tus novedades, y programar y vender la próxima temporada. Una cita clave a la hora de preparar las programaciones para poder fabricar los nuevos productos y conocer la acogida y aceptación que tendrían. Pero también una cita clave para tener y dar información y conocer el mercado, novedades y competencia. Es verdad que esos eran unos tiempos donde Internet no tenía el peso actual, y donde la única manera de conocer el mercado era visitar feria, tiendas o mediante catálogos.
Evidentemente, esto ha cambiado - y mucho - porque hoy en día en la red puedes encontrar toda la información que necesites y mucha más. Es más, lo difícil es depurar cual es la información necesaria, la verídica, cual es la que te interesa y qué hay realmente detrás de aquella información o web. Hay una expresión que dice “el papel lo aguanta todo”, es decir que puedes escribir lo que quisieras. Hoy con poca inversión y buena creatividad puedes montar tu web y explicar la película que quieras, en ocasiones es difícil saber que hay realmente detrás de esa web, igual pasa con las redes sociales. Exponer en una feria ya requiere de más inversión y “creatividad”, y hay que “dar la cara”.
A nivel sectorial, las ferias sirven como punto de encuentro del sector donde las empresas y sus profesionales se encuentran en un terreno “neutral”
En su momento, aparecieron las ferias virtuales y pensamos que serían el futuro, pero el COVID nos demostró en solo dos años, que no son un substituto, que son una herramienta más, un buen complemento, pero no un substituto.
A nivel de producto y novedades, sigo pensando que las ferias físicas son ideales para ponerte al día, verlos físicamente, e incluso tocarlos o probarlos, y tener feeling para poder opinar. Por parte de los expositores, son una buena oportunidad para volver a tener contacto directo con distribuidores, tiendas y usuario final, y conocer de primera mano y sin filtros su opinión aparte de promocionar su marca y modelos.
A nivel comercial, es verdad que ya no son un punto de venta inmediata, pero sí un buen lugar para encontrar y ser encontrado. Para iniciar una relación, para poner cara y tener feeling sobre una empresa o marca mediante el trato directo. O un buen lugar para poder sentarse y hablar cara a cara con tus tiendas o distribuidores, valorar la temporada o planificar los siguientes meses o la próxima temporada. Y también porque no, solucionar problemas y pulir asperezas. Y todo ello en un evento donde puedes reunirte con gran cantidad de empresas, proveedores o clientes diferentes en pocos días.
A nivel sectorial, las ferias sirven como punto de encuentro del sector donde las empresas y sus profesionales se encuentran en un terreno “neutral”, profesionales y marcas que quizás si no fuera por estos eventos no se verían y hablarían, no existiría este networking tan necesario.
Para mí, estos son algunos de los puntos clave en una feria. Pero el mundo no para, y las ferias, como todo, deben seguir peleando y seguir buscando nuevas fórmulas para seguir siendo interesantes y atractivas, adaptándose a los nuevos tiempos y tecnologías. Seguir atrayendo a muchos y buenos expositores, profesionales y público, eso las hace interesantes y las retroalimenta.
Al final deben ser dinamizadoras para el sector y ahora es un momento importante para dinamizarlo.
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