A FONDO

Las e-bikes siguen con margen de oportunidades

Albert Puyuelo25/04/2024
Analizamos las tendencias actuales del mercado ciclista en bicicletas eléctricas, desde la situación actual a las últimas novedades tecnológicas, la estética y las demandas de los usuarios.
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En el A Fondo del año pasado, destacábamos la capacidad de reinvención de las e-bikes, que habían asumido el protagonismo dentro del sector reinventándose y consolidando nuevas subcategorías: e-Gravel, e-Road, y e-Cargo, añadiéndose a las ya maduras e-MTB y e-Urban.

Ahora que llevamos unos cuantos años de consolidación (y de explosión) del mercado de las e-bikes, tenemos que mirar hacia dónde va. La tecnología sigue aportando, mes tras mes, nuevas funcionalidades, nuevas aplicaciones… un número enorme de innovaciones que están convirtiendo a las e-bikes en una modalidad cambiante. Por lo tanto, sigue y seguirá siendo atractiva para las empresas. Así nos los han ido confirmando los expertos, solo hace falta mirar nuestro Sector Opina: en la primera de las cuestiones, les preguntábamos si todavía ven margen de crecimiento.

Y la respuesta ha sido unánime: todos ven posibilidades de crecimiento, a nivel español, pero también a nivel global.

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Mercado

Este abril de 2024, hemos publicado las Cifras del Sector del Bike correspondientes al 2023, que podéis encontrar en este mismo número de Tradebike. En el estudio, encontramos muchos datos interesantes referentes al sector. Y tal y como ya quedó claro en la presentación que realizamos en la sede de Cetelem, las e-bikes siguen teniendo un protagonismo clave. De hecho, no se puede entender el momento que vivimos sin tener a la bicicleta eléctrica en cuenta.

Según el estudio, las e-bikes se encuentran en una línea muy parecida a las Gravel. Son categorías que crecen en unidades y bajan en facturación. Son más jóvenes que los demás y, por decirlo de alguna manera, están creciendo todavía. Ahora se están ‘democratizando’: su precio medio ha bajado un 9% hasta situarse en 2.675€ (-265€ vs 2022), debido a la aparición de gamas más asequibles de producto que, junto a los grandes descuentos por sobre stock, atraen a un público nuevo.

Desde Taipei nos llegan noticias de que en Asia hay un ‘párking’ de bicicletas eléctricas enorme: hablamos de millones de bicis sin vender y en peligro de quedarse totalmente obsoletas. La bajada de precio, pues, es una consecuencia lógica y necesaria si lo que quieren las marcas es vaciar este párking (por no llamarlo cementerio).

En volumen, el aumento ha sido de un 5%. Ya son 248.423 las unidades vendidas, 12.240 más que el año pasado. En concreto, el volumen de ventas de las e-bikes ha crecido más de un 5% en 2023 y su valor ha bajado un 4,25% respecto al 2022, situándose en los 664,61M€. Su peso es innegable, pues son casi un 45% del valor total del mercado, ya hace varios años que esta categoría es la que más factura, però este año se distancia todavía más de las MTB, la categoría reina por excelencia en volumen y hasta hace poco en facturación.

Además, este mes, pudimos hablar con varios representantes de marcas a nivel europeo. Todos ellos miran hacia el mercado español con expectación. Saben que, en un momento u otro, habrá un cambio importante en el ámbito urbano. Nos encontramos en un país que siempre ha relacionado más las bicicletas con el ocio que no con la movilidad urbana. Y es algo que se ha transmitido directamente a las e-bikes, no ha habido un cambio en este sentido.

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Subcategorías

El año pasado vimos una clara evolución de las e-bikes de montaña, donde empezaban a comercializarse los motores ligeros, con que llegaban con motores de 250w y baterías de 360Wh. Una revolución que permitía crear un nuevo tipo de sub-modelo, las e-MTB ligeras. Ahora, lo que vamos encontrando es que todas las bicicletas eléctricas empiezan a tener este sub-género, con motores más pequeños y que disimulan aun más el aspecto de e-bike de las bicis, haciendo que parezcan cada vez más bicis musculares.

Y, ¿a qué se debe la consolidación de este tipo de e-bikes? Pues a la división que ha sufrido esta disciplina en su vertiente de ocio. Tenemos a los usuarios que se pasan a las e-bikes para suplir carencias físicas o para disfrutar solo de las bajadas, y luego tenemos a aquellos que ven en el e-biking un deporte más y desean un mix ágil entre ciclismo muscular y eléctrico. Es en este último donde entran en juego las e-bikes ligeras.

Una de las grandes bazas para las marcas que fabrican bicis eléctricas son las flotas de empresas. El alquiler de bicis para realizar turismo o para la movilidad urbana está creando un espacio fantástico para el mercado. Aquí es donde las e-Urban pueden evolucionar mejor y ofrecer innovaciones. Difícilmente se trate de bicis de gama alta, sino todo lo contrario. En estas, la estética no suele jugar ningún papel. Practicidad y durabilidad por encima de todo.

No perdamos de vista una de nuestras máximas preocupaciones: las e-Cargo. Vemos con mucha ilusión cómo evolucionan en otros mercados, donde han explotado e invadido las calles. Son un transporte útil, barato y ecológico. Lo tienen todo para triunfar en las urbes y para convertirse en una de las soluciones más prácticas y versátiles que llenen las ciudades. Así es como ha sucedido en gran parte de Europa. Pero no en España, y por eso nos tiene preocupados.

¿Podría ser que no se vendan tanto porque aquí no hay la misma sensación de seguridad que en otros países? Inseguras a nivel de accidentes y a nivel de robos. Cuando no has utilizado demasiado una e-Cargo, puede que te dé la impresión de que se trate de bicicletas poco ágiles y que – además – van con todo abierto y sea muy fácil vaciarlas. Pero, como cualquier otro vehículo evolucionado, puedes encontrar la e-Cargo que mejor te funcione.

La tendencia de este tipo de bicicletas es alcista y poco a poco vamos viendo más unidades circulando, y se van vendiendo. Las Long Tail también cogen protagonismo como bici familiar, para llevar a los niños. Pero se venden a cuentagotas. El mercado recibe novedades de e-Cargo, pero son pocas. Deberíamos destacar que una de las grandes multicanal ha sacado al mercado su propio modelo, y promete mucho. Veremos si esta introducción la convierte en una opción real.

Otra subcategoría que va consolidándose y ganando cuota son las bicis de carretera y de Gravel eléctricas. Su protagonismo es menor, pues vemos muy pocas bicis de este tipo en ruta. Quizás uno de los mayores hándicaps para las e-Road es que – en concepto – no sirven para ‘perseguir’ una grupeta, pues a les 25 kilómetros por hora la asistencia deja de funcionar y, en muchos grupos, la velocidad es superior y entonces el peso de la e-bike lastra demasiado. En cambio, con las e-Gravel sí que vemos muchas más posibilidades. Son una opción genial para el bikepacking, y así lo ven muchos usuarios. Pero claro, los que realizan este tipo de aventura son muy pocos. Esperemos que el e-Gravel se empiece a ver como una posibilidad cicloturística real.

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Tecnología

El concepto Smart se va aplicando de forma casi obligatoria en el ciclismo eléctrico. La necesidad (y la posibilidad) de tener controlada toda la bici es una de las mejores oportunidades para usuarios y marcas. Integrar en un mismo sistema el motor, la batería, la transmisión… e incluso ruedas o pedales, es un lujo que nos aporta la innovación tecnológica. Podemos rastrear nuestra bici, desbloquearla o incluso reconfigurarla según diferentes perfiles. Y si a esto le añadimos la inteligencia artificial, las mejoras van sumando: muchos motores son capaces de interpretar qué es lo que el usuario le pide a la bicicleta mientras va pedaleando. Estamos asistiendo a una auténtica personalización de la experiencia de cada ciclista y a una optimización del consumo.

En cuanto a componentes, destacan los frenos y la evolución de estos. Muchas marcas que venían del automóvil o de las motocicletas han entrado en el mercado de los frenos para bicis, donde pueden aportar su experiencia en saber frenar grandes vehículos. Y las e-bikes, como es lógico, pesan más que las musculares. La variedad de compuestos juega un papel determinante en la frenada.

Obviamente, a nivel tecnológico, donde hay más posibilidades de seguir evolucionando es en los motores y las baterías. Queda mucho camino por recorrer y muchas innovaciones por descubrir. La mayoría de los motores en las bicis de ocio los tenemos en la parte central, pero vamos viendo que sigue habiendo marcas que apuestan por el robusto y archi-probado motor en buje, especialmente en e-Urban, e-Gravel y e-Road. Estamos seguros de que esto es solo el comienzo y de que los años venideros serán un festival de novedades.

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Accesorios

En las e-bikes, los complementos textiles suelen tener un aspecto mucho más relajado, no se busca tanto el rendimiento sino la comodidad. Muchos e-bikers van con piezas de ropa y calzado que luego pueden seguir utilizando en la vida diaria, bermudas o camisetas anchas están de moda: pedalear unas horas, bajarse de la bici y luego pegarse una buena comilona es un planazo difícil de rechazar, la verdad. Y si lo haces sin un culotte ceñido y un maillot apretado, mejor que mejor.

En el caso de los más endureros, solemos encontrar zapatillas blandas, cascos con visera, o con mascara y protecciones.

Algo que va ligado directamente con las e-bikes son las mochilas. Alguans de ellas tiene compartimentos específicos para llevar baterías de recambio. Pero luego también encontramos mochilas y alforjas específicas para e-bikes, que cada vez tienen más demanda en el mercado. En las bicis musculares, las mochilas suelen ser pequeñas y están preparadas para transpirar con facilidad. No es el caso en las e-bikes.

Es evidente que las e-bikes están consolidadas. Pero esto no significa que las oportunidades estén todas cogidas. Hay mucho margen de crecimiento, aunque es cierto que muchos ya llevan años cogiendo trozos del pastel. Pero si una cosa tenemos clara, es que esto acaba de empezar.

 

Artículo publicado en el Tradebike 87.

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