La Comisión Europea anunció, este pasado miércoles y mediante un documento oficial de 30 páginas, la imposición de unas medidas antidumping provisionales para las bicicletas eléctricas que provienen de China. A petición de EBMA, la Asociación Europea de Fabricantes de Bicicletas, la Comisión ha creído oportuno establecer una serie de aranceles que los importadores de origen chino tendrán que abonar. Después de una investigación no exenta de polémica, el organismo oficial europeo ha considerado que las empresas del país asiático están comercializando sus eBikes en Europa por debajo del coste de venta con el único objetivo de ganar cuota de mercado y ahogar las empresas europeas. La Comisión ha concluido que el dumping detectado no solamente afecta al precio, sino también a unas condiciones de mercado con una competencia justa y legal, a la calidad del producto y a la protección del medio ambiente y la movilidad sostenible.
Entre los factores más importantes que se deben destacar de las tasas, provisionales por un período de 6 meses hasta el 20 de enero de 2019, es que se fijan a las bicicletas eléctricas chinas registradas desde el 3 de mayo. Los impuestos se han establecido de manera individual en función de cada compañía: un 83,6% para Suzhou Rununion Motivity, un 77% para Bodo Vehicle Group, un 27,5% para Giant Electric Vehicle y un 21,8% para Jinhua Vision Industry y Yongkang Hulong Eletric Vehicle. En el anexo del documento oficial se encuentra un listado de un centenar de empresas chinas a las que se les ha impuesto un 37% de tasa. En el caso de no aparecer en esa lista, el arancel para las demás compañías es de un 83,6%. La medida se aplica a todas las categorías de eBikes, desde L1 eA y L1 eB hasta triciclos. Las compañías chinas pueden presentar, ahora, alegaciones.
Sin embargo, la China Chamber of Commerce for Imports and Exports of Machinery and Electronic Products (CCCME) y el Colectivo de Importadores Europeos de Bicicletas Eléctricas no se han quedado de brazos cruzados y han pasado a la acción cuestionando por qué no se aplican las mismas medidas a las bicicletas eléctricas importadas desde Suiza, nación que, recordemos, no forma parte de la Unión Europea. La Comisión ha reaccionado rápidamente a las peticiones de los lobbies y ha dejado claro que los dos casos no se pueden comparar, basándose en términos de precio y de márgenes de beneficio.
Y es que la industria europea había quedado totalmente estancada desde hace años en el segmento de mercado de las eBikes. Desde 2014, el consumo de bicicletas eléctricas se ha incrementado un 74%, pero la industria de la Unión Europea solo había aumentado sus ventas en un 21%. Como consecuencia, ha perdido unos 23 puntos porcentuales de cuota de mercado y, como es lógico, se ha visto obligada a reducir su producción y sus empleados, poniendo en riesgo la totalidad del sector. Por otro lado, las exportaciones provenientes de China han crecido un 250%, pasando de una cuota de mercado del 18% al 35%.
Las medidas antidumping aprobadas por la Comisión Europea han sido recibidas con una enorme ilusión para EBMA, fabricantes de eBikes europeos, pequeñas y medianas empresas y asociaciones ciclistas. Según Moreno Fioravanti, Secretario General de EBMA, las medidas cuentan con un amplio apoyo de los Estados miembros de la Unión Europea, que las consideran imprescindibles para salvar el futuro de las empresas europeas fabricantes de bicicletas eléctricas y sus empleados. Para Fioravanti, la decisión de la Comisión espera que se convierta en una inequívoca señal para las compañías chinas de eBikes con el objetivo de detener el dumping. Asimismo, EBMA desea que estas tasas provisionales sean el primer paso para que los fabricantes europeos recuperen las ventas perdidas.
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